Nuggets de coliflor: cómo se hacen

Receta ↓ Ángela Solar

Prepara unos nuggets de coliflor crujientes y deliciosos, ¡perfectos para una cena saludable y rápida! Estos nuggets son súper sabrosos y tienen un exterior crujiente que contrasta con un interior suave y jugoso. Además, son muy fáciles de hacer y son una opción vegetariana y baja en carbohidratos.

Los ingredientes clave

Para embarcarte en esta aventura culinaria, necesitarás unos cuantos básicos que seguramente tienes o puedes conseguir fácilmente.

• Coliflor – La estrella de la receta. Busca una de tamaño mediano, que se sienta pesada para su tamaño y cuyas flores estén compactas y sin manchas. Si prefieres, puedes elegir la variedad congelada; solo asegúrate de descongelarla bien antes de usarla.
• Pan – Es el secreto para esa capa exterior irresistible. ¿No consumes gluten? No hay problema, utiliza pan rallado sin gluten y ¡listo!
• Huevos – Son el pegamento que une el pan rallado con nuestra coliflor. Si sigues una dieta vegana, sustituye los huevos por una preparación de harina de garbanzo y agua, te sorprenderá el resultado.
• Leche – La de vaca funciona genial, pero si eres más de bebidas vegetales, cualquier alternativa como la de almendra o avena hará el trabajo igual de bien.
• Especias y hierbas – Aquí es donde tu toque personal entra en juego. ¿Te va el picante? Añade pimentón picante o cayena. ¿Prefieres algo más aromático? Prueba con tomillo o romero. ¡Tú decides!
• Aceite para freír – Un buen aceite de oliva virgen extra puede ser tu mejor aliado para una fritura perfecta, pero si buscas algo más neutro, el de girasol también va de maravilla.

¡Preparación de la coliflor para nuestros nuggets!

Antes de disfrutar de los crujientes y deliciosos nuggets, debemos preparar adecuadamente su ingrediente principal.

¡Confieso que soy una gran fan de la coliflor! Es una verdura muy versátil y nutritiva. Para esta receta, busca una coliflor de tamaño mediano que se sienta pesada en la mano y tenga flores compactas y sin manchas. Si prefieres usarla congelada, asegúrate de descongelarla completamente antes de comenzar.

1. Limpia removiendo las hojas externas y cortándola en trozos manejables. Luego, separa los ramilletes.

2. Para cocinarla, puedes hervirla o cocerla al vapor. Personalmente, prefiero cocerla al vapor para mantener más sus nutrientes y frescura. En ambos casos, cocina los ramilletes durante 5-7 minutos, hasta que estén tiernos pero aún firmes. No queremos que se deshagan.

Una vez cocida, enfría los ramilletes bajo el grifo con agua fría para detener la cocción y conservar su color y textura. Luego, escúrrelos bien y estás listo para pasar a la siguiente etapa: preparar la elaboración para los mismos.

¡Vamos a preparar la mezcla perfecta para nuestros nuggets! Para ello, necesitaremos algunos ingredientes secos y húmedos.

Empezaremos por los ingredientes secos. Necesitaremos especias al gusto. Yo suelo usar una combinación de perejil seco, ajo en polvo y pimienta negra, pero tú puedes añadir tus especias favoritas para darle tu toque personal.

A continuación, pasaremos a los húmedos. Batiremos los huevos en un bol y añadiremos leche para suavizar la mezcla. Si eres vegano o intolerante a la lactosa, puedes sustituir la leche por una bebida vegetal como la de almendra o la de avena.

Una vez que tengamos todo listo, es hora de combinarlo. Añade la coliflor cocida y escurrida a la mezcla de huevos y leche, y luego incorpora los ingredientes secos. Mezcla todo bien hasta que esté bien combinado.

Ahora viene la parte divertida: formar los nuggets. Con las manos húmedas, coge un puñado de la mezcla y dale forma de nugget. Si se pega demasiado en las manos, puedes humedecerlas un poco más.

¡Vamos a darle a nuestra coliflor ese toque crujiente que tanto nos gusta con un empanado súper sencillo y divertido!

Prepara tres platos: uno con rallado, otro con batidos y una cucharadita de leche, y otro vacío para depositar los nuggets empanados.

A continuación, sumérgelos en el huevo batido y luego en el rallado, asegurándote de que queden bien cubiertos por todos lados. Si te gusta, puedes añadir especias al pan para darle un toque extra de sabor.

Suelo usar pan normal, pero en caso de intolerancia al gluten, no te preocupes, opta por sin gluten para el mismo resultado.

Una vez empanados, colócalos en una bandeja forrada con papel absorbente para eliminar el exceso de pan.

Ahora viene la parte más divertida: la fritura.

Calienta abundante aceite en una sartén a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté bien caliente, añade los nuggets y fríe durante 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y crujientes.

Si prefieres una opción más saludable, también puedes hornearlos en el horno a 200°C durante 15-20 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes.

Si te preguntas por qué uso aceite de oliva virgen extra para freír, te diré que es mi preferido porque resiste altas temperaturas y su sabor es neutro.

No podemos olvidarnos de una deliciosa salsa para acompañar nuestros nuggets. Personalmente, soy una gran fan de las salsas y creo que pueden marcar la diferencia en cualquier plato.

Para esta receta, vamos a preparar una sencilla y rápida salsa de yogur y menta. Solo necesitarás unos pocos ingredientes: yogur natural, menta fresca, zumo de limón, ajo y sal.

1. En un bol, combina el yogur natural con el zumo de limón y una pizca de sal. Esto le dará un toque de acidez y refrescante a la salsa.

2. A continuación, añade el ajo picado y la menta fresca finamente cortada. Si prefieres una salsa más suave, puedes triturar la menta junto con el ajo en un mortero.

3. Mezcla bien todos los ingredientes y prueba la salsa. Para que quede más líquida, agrega un poco de agua o leche. También ajusta el sabor con más sal, zumo de limón o menta.

Ya tienes lista tu salsa de yogur y menta para disfrutar con los nuggets de coliflor. ¡Buen provecho!