Puré de coliflor: receta sencilla

Receta ↓ Ángela Solar

Una delicia ligera y reconfortante, el puré de coliflor se está convirtiendo en el favorito de muchas mesas. Con su textura aterciopelada y un sabor que acaricia el paladar, este puré es el acompañante ideal para cualquier plato principal.

Si buscas una alternativa saludable y exquisita a los purés de siempre, te invito a descubrir cómo preparar este puré de coliflor. Y para aquellos que adoran las verduras, no podéis perderos la receta de brócoli salteado, ni la tentadora coliflor gratinada con queso; ambas son joyas culinarias que os encantarán.

Con pocos ingredientes y pasos sencillos, este puré se convertirá en un as en la manga para sorprender a tus comensales. Anímate a incorporar esta receta a tu colección y deleita a todos con su sabor único.

Ingredientes esenciales

Estos son los componentes clave que necesitarás para crear un puré de coliflor que enamore tus sentidos:

• Coliflor – Elige una coliflor fresca y firme, la protagonista de nuestra receta que se transformará en un puré suave y sedoso.
• Leche – Puedes usar leche entera para una cremosidad clásica, o si prefieres una versión más ligera, opta por leche desnatada o una alternativa vegetal como la leche de almendras.
• Aceite de oliva virgen extra – Un chorro generoso no solo aporta sabor, sino que también contribuye a una textura perfecta.
• Ajo – Un diente o dos, según tu gusto, para dar ese toque aromático que nunca puede faltar.
• Nuez moscada – Una pizca basta para elevar su sabor a otro nivel.
• Sal y pimienta – Imprescindibles para realzar todos los sabores y encontrar el equilibrio perfecto en tu paladar.

Elaboración

Con estos ingredientes, estarás listo para preparar un plato delicioso, nutritivo y reconfortante. ¿Te animas a probarlo?

¡Empecemos con los pasos previos para crear el delicioso puré de coliflor! Antes de ponernos manos a la obra, hay que llevar a cabo algunos pasos para garantizar que nuestro plato quede perfecto y nos enamore a nosotros y a nuestros comensales.

Lo primero en nuestra lista es limpiar y cortar la coliflor. Retira con cuidado las hojas exteriores y corta en floretes de tamaño uniforme. 

Cocción de la coliflor: ¡el secreto para un puré perfecto!

La cocción es clave para un resultado perfecto. Recuerdo cuando preparaba purés y siempre quedaban duros o con trozos crudos. Pero, ¿sabes qué? Descubrí que el secreto está en la cocción.

Existen dos métodos principales para cocer la coliflor: hervida o al vapor. Personalmente, prefiero el vapor porque conserva mejor el sabor y los nutrientes. Pero, si quieres una consistencia más cremosa, hervir es la mejor opción.

Si decides hervir la coliflor, pon una olla con abundante agua y sal al fuego. Cuando hierva el agua, añade los floretes y déjalos cocer durante unos 10-15 minutos, o hasta que estén tiernos. Para comprobar si están listos, puedes pincharlos con un tenedor. Si se deshacen fácilmente, ¡están listos!

Si prefieres cocer la coliflor al vapor, coloca los floretes en un cestillo para vapor y ponlo sobre una olla con agua hirviendo. Tapa la olla y deja cocer durante unos 8-10 minutos, o hasta que estén tiernos. Al igual que con el hervor, puedes comprobar la cocción pinchando los floretes con un tenedor.

Recuerda que una vez cocida, debes escurrirla bien para eliminar el exceso de agua. Esto evitará que el puré quede aguado y hará que sea más cremoso y delicioso.

Elaboración del puré: la magia está en la mezcla!

¡Es hora de transformar esa hortaliza cocida en un puré delicioso y cremoso! En mi caso, soy fanática de emplear la batidora para lograr una textura suave y uniforme. Si prefieres una consistencia más espesa, usa un pasapurés sin dudarlo.

Antes de batir, asegúrate de escurrir bien para eliminar el exceso de agua. ¡Este paso es clave para lograr la perfección en la mezcla! Trasladamos la coliflor cocida al vaso de la batidora y añadimos el resto de ingredientes: leche, aceite de oliva, ajo y una pizca de sal y pimienta.

¡Tómalo con calma! No hay prisa. Bate los ingredientes a velocidad media hasta que notes que la mezcla comienza a espesarse. Si quieres una consistencia más líquida, puedes agregar un poco más de leche. Recuerda que el aceite de oliva no solo aporta sabor, sino que también ayuda a conseguir una textura sedosa.

Y, por supuesto, no te olvides de probar antes de servirlo. Si crees que le falta algo, no dudes en ajustar los condimentos a tu gusto. ¡Y ya está! Tienes ante ti un delicioso plato listo para deleitar a tus comensales.

Si te apetece darle un toque especial, puedes añadir un poco de queso parmesano rallado o nueces picadas justo antes de servir. 

¡Ya casi lo tienes! Este plato está listo para triunfar en tu mesa. Pero, antes de servirlo, déjame compartir contigo unos consejos para que su presentación sea perfecta.

Lo primero, ¡no te olvides de probarlo! Ajusta los condimentos a tu gusto y, si te apetece, puedes añadir un poco de queso parmesano rallado justo antes de servirlo. También puedes poner unas nueces picadas o semillas de sésamo tostadas para darle un toque crujiente.

Para servirlo, utiliza un bol hondo y cúbrelo con un film transparente. Con la ayuda de una cuchara, haz un hueco en el centro y vierte un poco de aceite de oliva virgen extra. ¡Quedará genial!

Si te sobra puré de coliflor, ¡no te preocupes! Puedes utilizarlo como base para una crema de verduras o incluso como salsa para pasta. ¡Tu imaginación es el límite!