Coliflor al ajillo

Receta ↓ Ángela Solar

Un clásico que reconforta el alma, la coliflor al ajillo es esa receta que te transporta a los sabores de casa. Con su aroma cautivador y su textura suave, se ha ganado un lugar de honor en la cocina tradicional.

Prepararla es un juego de niños: pocos ingredientes y un toque de maestría para conseguir un plato que dejará a tus comensales pidiendo más. Y si la coliflor te apasiona, te invito a descubrir la tortilla de coliflor, o a deleitarte con la cremosidad de la coliflor con bechamel de calabacín.

Ya sea como protagonista de tu mesa o como el mejor acompañamiento, esta receta se adapta a tus deseos. Atrévete a experimentar con hierbas y especias y convierte lo cotidiano en extraordinario. Descubre cómo darle vida a la coliflor al ajillo y haz que tus platos hablen por ti.

Ingredientes imprescindibles

¡Manos a la obra! Aquí tienes todo lo necesario para tener éxito con tu preparación al ajillo.

• Coliflor - Será la estrella de tu plato. ¿Prefieres los floretes más pequeños? ¡Adelante, ajusta el tamaño a tu gusto!
• Ajos - No escatimes en ajos, son el alma de este plato. Te recomiendo al menos cuatro dientes, pero si eres un valiente del sabor, ¡añade un par más!
• Aceite de oliva - El oro líquido que no puede faltar. Un buen chorro de aceite de oliva virgen extra hará que brille con luz propia.
• Sal - La clave está en la sazón. Una pizca de sal marina realzará todos los sabores sin esfuerzo.
• Perejil fresco - Para el toque final, un buen puñado de perejil picado aportará frescura y color a tu creación.

Preparación de la coliflor: ¡un paso fundamental!

Si estás aquí, probablemente ya te hayas enamorado de la idea de preparar este deliciosa coliflor al ajillo. Así que, ¡manos a la obra! Antes de saltar a la sartén, quiero compartir contigo algunos trucos que he aprendido a lo largo de los años para conseguir una perfecta.

Lo primero es lo primero: la limpieza. No hay nada más fácil que lavar bien bajo el chorro de agua fría y retirar las hojas exteriores. Luego, divide la coliflor en floretes del tamaño que prefieras, ¡pero no te olvides de quitarle también el tronco!

Ahora, vamos a cocinarla. Me encanta cocinarla al vapor, ya que conserva mejor su textura y sabor. Pero, si lo prefieres, puedes hervirla en una olla con agua hirviendo y sal durante unos 10 minutos, o hasta que esté tierna al pincharla con un tenedor. Recuerda que la clave está en no pasarte con la cocción, para que no se vuelva demasiado blanda.

Una vez cocida, ¡es hora de pasar a la sartén! Escurre bien y añádela a la mezcla de ajo. Sigue las instrucciones del paso anterior y, en unos minutos, tendrás una al ajillo lista para triunfar en tu mesa.

Elaboración del sofrito de ajos: ¡el secreto de tu coliflor al ajillo!

Sin duda, el sofrito es el corazón de esta receta. Es ese toque mágico que le da vida a nuestra querida coliflor al ajillo. Te confieso que de pequeña, siempre me encantaba ver a mi abuela preparar este plato. El aroma que inundaba la cocina era simplemente irresistible.

Para elaborarla, lo primero que necesitas es picar finamente los ajos. Puedes hacerlo con un cuchillo o utilizar una prensa de ajos si prefieres. Recuerda que cuanto más finos los picas, mejor se distribuyen los sabores.

Una vez picados, calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Al calentar el aceite, sofríe hasta que estén dorados. Ten cuidado de no quemarlos, ya que esto puede dar un sabor amargo a la preparación. La clave está en mantener un fuego moderado y estar atento para darles la vuelta cuando sea necesario.

¡Combina la coliflor y el sofrito para crear una delicia!

Ahora que ya tienes tu sofrito de ajos listo y tu coliflor cocida al punto perfecto, ¡es hora de unir estos dos elementos deliciosos!

Recuerdo cuando mi abuela me enseñó esta técnica. Me dijo que el secreto está en mezclar bien con el sofrito para que se impregne de todo el sabor.

Sigue estos pasos:

• Agrega la coliflor cocida al sofrito de ajos en la sartén.
• Revuelve suavemente para combinarlos bien.
• Añade sal al gusto y perejil fresco picado para darle un toque final de sabor.

¡Listo! Ya tienes tu platillo al ajillo listo para servir y disfrutar.